Juntos se trabaja mejor.
¡Buenas tardes compañeros!
Durante todo el pasado año he vivido una experiencia idílica, no solo por las experiencias que me he llevado conmigo sino por haber formado parte de la comunidad de The Bush School. Desde el primer momento me sentí acogido como uno más y eso es porque en esta escuela se trabaja día a día para crear el ambiente que la caracteriza. Año tras año, el curso comienza con una recepción del director a toda la comunidad Bush: profesores, alumnos, padres y madres, y todo el personal que trabaja en la escuela. Acto seguido se anuncian las convivencias que se celebrarán la primera semana de clase. En mi caso, junto a varios profesores y todos los alumnos de noveno grado, nos dirigimos a la Península Olímpica, al oeste del estado de Washington. Allí conviviríamos juntos 4 días en los que se desarrollarían actividades para reforzar los lazos que unen a los alumnos y así mejorar el sentimiento de grupo. Pero estas convivencias no son el único camino, The Bush School diseña actividades constantemente para mejorar las relaciones entre todos los alumnos, desde días en los que se invita a toda la comunidad a apoyar a alguno de los equipos de la escuela hasta picnics o salidas a la bolera con el fin de liberar del estrés a los alumnos y ayudar a que socialicen entre ellos en estos eventos de carácter festivo.
Crear un buen ambiente en las aulas no sólo es cosa del profesor. Mejorar la convivencia es una tarea que debe ser llevada a cabo desde lo más alto, es decir, profesores y coordinadores del centro deben trabajar juntos para diseñar un programa que mejore las relaciones tanto entre alumnos como entre profesores, alumnos y padres.
Como siempre, dejadme un comentario con vuestra opinión y ánimo con esos exámenes que se acercan.
¡Un saludo!
Maravillosa lluvia, aunque podría estar saltando de charco en charco dejando escapar al niño que llevo dentro aquí estoy, esta vez IPA en mano y escribiendo mientras escucho el incesante goteo en mi balcón. Ayer hablábamos de la resolución de conflictos en clase y como ya mencioné, no hay mejor forma de resolver estos conflictos que evitándolos. Por eso hoy vamos a hablar de la convivencia y de como crear un buen ambiente en clase puede prevenir todo este tipo de conflictos.
Durante todo el pasado año he vivido una experiencia idílica, no solo por las experiencias que me he llevado conmigo sino por haber formado parte de la comunidad de The Bush School. Desde el primer momento me sentí acogido como uno más y eso es porque en esta escuela se trabaja día a día para crear el ambiente que la caracteriza. Año tras año, el curso comienza con una recepción del director a toda la comunidad Bush: profesores, alumnos, padres y madres, y todo el personal que trabaja en la escuela. Acto seguido se anuncian las convivencias que se celebrarán la primera semana de clase. En mi caso, junto a varios profesores y todos los alumnos de noveno grado, nos dirigimos a la Península Olímpica, al oeste del estado de Washington. Allí conviviríamos juntos 4 días en los que se desarrollarían actividades para reforzar los lazos que unen a los alumnos y así mejorar el sentimiento de grupo. Pero estas convivencias no son el único camino, The Bush School diseña actividades constantemente para mejorar las relaciones entre todos los alumnos, desde días en los que se invita a toda la comunidad a apoyar a alguno de los equipos de la escuela hasta picnics o salidas a la bolera con el fin de liberar del estrés a los alumnos y ayudar a que socialicen entre ellos en estos eventos de carácter festivo.
Crear un buen ambiente en las aulas no sólo es cosa del profesor. Mejorar la convivencia es una tarea que debe ser llevada a cabo desde lo más alto, es decir, profesores y coordinadores del centro deben trabajar juntos para diseñar un programa que mejore las relaciones tanto entre alumnos como entre profesores, alumnos y padres.
Como siempre, dejadme un comentario con vuestra opinión y ánimo con esos exámenes que se acercan.
¡Un saludo!
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